Más del 70% de los perros domésticos presentan a los cuatro años de edad síntomas de deterioro en las encías, debido a que no utilizan los dientes para capturar y matar a sus presas. A menudo el primer síntoma de problemas bucales es el mal aliento. Este viene provocado por la multiplicación bacteriana en los restos de comida que quedan atrapados entre los dientes, o por infección de las encías.
Los perros pequeños, como el caniche o el terrier del Yorkshire, que tienen la dentadura más apretada, son más propensos a sufrir trastornos en las encías que las razas más grandes, como los perdigueros. Ciertas razas, como el bóxer o el bull terrier, pueden sufrir de encía proliferativa, mientras que otros perros, con mandíbulas hundidas, también son propensos a los trastornos en las encías.
Dejar sin tratar un problema en las encías conduce a la caída de dientes. Las fracturas astilladas por masticar huesos y piedras también dañan los dientes y provocan infecciones. Sin un tratamiento veterinario inmediato a menudo la mejor opción es la extracción.
Una dentadura completa
Al perro le salen primero los dientes de leche, que caen hacia las 20 semanas de vida para dar paso a la dentadura adulta. Los caninos están adaptados para desgarrar, los molares para triturar y los diminutos incisivos para rasgar. Estas actividades mantienen limpios y sanos dientes y encías. Las muelas carniceras cortan la comida en trozos pequeños.
Algunos síntomas y trastornos:
HALITOSIS
- Sarro
- Gingivitis (infección de encías)
- Tumores
- Encía proliferativa
BABEO
- Quiste salivar
- Enfermedad periodontal
- Heridas en la lengua
RETICENCIA A MASTICAR
- Caries
- Abceso en las raíces dentales
- Dientes rotos
- Moquillo
ANORMALIDADES
- Labio leporino
- Paladar partido
- Permanencia de los dientes de leche
- Ausencia de dentadura adulta
Fuente: “Manual del cuidado del perro”. Dr. Bruce Fogle. Ediciones Javier Vergara.