El dicho “la curiosidad mató al gato” es tan antiguo como cierto. Es sabido que a los mininos les encanta jugar y se sienten atraídos ante el menor estímulo, algunos de ellos peligrosos, como los objetos pequeños que al ser tragados pueden poner en riesgo su vida. Por lo mismo, y para que la diversión de tu gato sea sin riesgos, recomendamos seguir las siguientes reglas:
1. Evita las piezas que se pueden desprender fácilmente. El juguete o sus piezas deberían ser imposibles de tragar (como el cascabel de la pelota sonora si este se rompiera).
2. Las agujas y los clips están absolutamente prohibidos. Tras su uso debes recogerlos para que el gato no caiga en la tentación.
3. Aunque los juguetes con cuerdas y cintas elásticas son muy interesantes y apreciados, sólo se pueden usar bajo supervisión, ya que existe peligro de estrangulación. Lo mismo se puede decir de las cañas y los plumeros.
4. El clásico ovillo no está exento de peligros: las hebras sueltas pueden ser lamidas o ingeridas por el gato o quedar enredadas en sus patas o en su cuello.
5. Las pelotas de papel son estupendas; las de papel de aluminio, no. Se deben evitar los materiales tóxicos o no comestibles, como el papel de aluminio.
6. En los juguetes hechos en casa utiliza elementos no tóxicos. Como materiales, puedes usar papel, cartulina madera y tela.
7. Evita elementos con filo.
Siguiendo estas reglas, tu gato podrá estimular su instinto cazador sin riesgos. ¡Que comience el juego!