Las frías temperaturas del invierno afectan a todos, incluyendo a nuestros peludos amigos. Ellos también pueden ser víctimas de resfríos que los tendrán estornudando y padeciendo desagradables síntomas.
¿Cómo se resfrían?
El enemigo número uno son los abruptos cambios de temperatura. Cuando las mascotas pasan tiempo en el patio o al aire libre, expuestos al frío, y luego entran a la casa, calefaccionada, con la estufa a todo lo que da, y se instalan a su lado, aquel cambio violento altera su sistema homeoestático pudiendo generarles enfriamientos.
Otro clásico caso ocurre con las mascotas que viven en departamentos. Luego de estar todo el día en un ambiente temperado, muchas veces con calefacción central, son sacados a pasear en la noche (cuando el dueño llega del trabajo) y, al igual que en el caso anterior, aquel violento cambio climático hace estragos en su organismo.
Síntomas
Los síntomas de resfrío son muy similares a los que sienten los humanos, entre ellos destacamos:
- Estornudos constantes
- Tos y dificultades respiratorias
- Abundantes mocos
- Decaimiento
- Pérdida de apetito
- Dolor de cabeza (dificultad para mantener los ojos abiertos, huye de lugares ruidosos, prefiere tumbarse donde no llegue luz directa del sol)
- En los casos más graves, puede presentar décimas de fiebre
Cómo tratar un resfrío
1) ¡No lo agobies! Deja a tu perro descansar tranquilo. Es más, intenta acercarle su pote con agua para que no tenga que moverse demasiado.
2) Hidrátalo bien. Con el agua diluyen su mucosidad. Si se niega a beber líquido, utiliza una jeringa.
3) Enfermo que come no muere. Hazle un caldo de pollo caliente o arroz integral hervido. Ojo que hay alimentos prohibidos, como la cebolla. Infórmate bien acerca de qué ingredientes usar.
4) Mantenlo alejado del frío. Como bien vimos antes, los cambios de temperatura son fatales. Es importante que mantengas a tu perro calentito en todo momento.
5) Baño María. Lleva a tu regalón al baño, enciende la ducha y espera a que el vapor se extienda por el cuarto. Esto lo ayudará a mejorar su respiración.
Si al cabo de unos días los síntomas persisten, llévalo al veterinario para que le realicen un diagnóstico especializado.