Las molestias de oídos son una razón frecuente de visitas al veterinario. Los síntomas más comunes son sacudir la cabeza, rascarse las orejas y secreciones acres; cuando se producen habría que sospechar de los ácaros del oído como posibles causantes. Los perros con orejas caídas y bien pobladas de pelaje, como el spaniel, son más propensos a sufrir con trastornos auditivos que las razas de orejas enhiestas o levantadas, como el pastor alemán.
En algunas razas la sordera es hereditaria y a menudo va asociada al pelaje blanco. El deterioro de la capacidad auditiva y una sordera eventual suelen ir asociadas a edades avanzadas, especialmente en los perdigueros (perros de caza). La pérdida del sentido del equilibrio, relacionada con los trastornos del oído, normalmente viene provocada por infecciones del oído interno o de la garganta.
Examen de oído.
El veterinario puede examinar el oído interno con ayuda de un ostoscopio, detectando la presencia de parásitos o detritus en el canal auditivo. Si ves que tu perro tiene los siguientes trastornos, no dudes en llevarlo:
- Sacudir la cabeza y rascarse la cabeza.
- Secreciones.
- Pérdida del sentido del equilibrio.
- Sordera.
- Hinchazón de la oreja.
- Pérdida de pelo.
Un fuerte abrazo para ti y tu regalón 😉